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miércoles, 10 de octubre de 2007

De Kazajstán a Uzbekistán

La peor frontera que he cruzado jamás es la que separa Kazajstán y Uzbekistán si se intenta entrar en este último país a través del terreno desértico que separa el mar Caspio y el mar de Araal. De entrada, acceder hasta la misma frontera ya supone un tremendo castigo tanto para los vehículos como para pilotos y copilotos. Después de salir de Atyrau, y al llegar a Dossor, debes desviarte en dirección a Beyneu. En el mapa encontrarás una carretera de color rojo, que indica que es una de las de la antigua red principal de carreteras de la extinta URSS. Sobre el terreno te encontrarás aproximadamente 400 kilómetros de nada. La carretera sirve exclusivamente como referencia para que sigas las pistas que, paralelas a la misma, discurren a través del desierto. El continuo cruce con camiones y otros vehículos hace que sea imposible abrir las ventanas del coche, debiendo en muchos casos accionar los limpiaparabrisas para quitar el polvo que se acumula y que impide absolutamente la visibilidad. La media será de aproximadamente veinte o treinta kilómetros hora. Tardarás un día o día y medio -si te detienes en cuanto oscurezca, como es lo razonable- en llegar a Beyneu desde Dossor.




Si has logrado llegar a Beyneu, ahora toca la parte "sin carretera". Desde Beyneu hacia Qaraqalpakstan -antes hay que cruzar la frontera-, y después a Jasliq, Nukus y Samarcanda.




En este tramo no existe carretera en los mapas, sino una serie de pistas en dirección sudeste; por lo que lo aconsejable es seguir una de ellas que siga paralela a la interminable vía del tren -que por cierto debe quedar siempre a nuestra izquierda-. La pista que aparece en la foto de los camellos y dormedarios es excelente. Te encontrarás pocos tramos tan buenos como este.

A una hora y media de pista desde Beyneu, se llega a la frontera entre Kazajstán y Uzbekistán. La frontera kazaja -para salir del país- se cierra a las 20.00 horas, por lo que de llegar más tarde tendrás que esperar hasta las ocho o nueve de la mañana, en que vuelven a abrir. Debes tener cuidado de no salir de Kazajstán justo de hora, pues puedes encontrarte que has salido, pero que la frontera uzbeka está cerrada, y te encontrarás en un terreno de nadie en el que debes pasar la noche. Si esperas en el lado kazajo al menos tendrás algunas wauxahas en las que pasar un rato y tomar algo de comer y una cerveza departiendo con los parroquianos que esperan lo mismo que tu. En la foto puedes ver a un grupo de ellos. Lo peor es la "presentación". Como siempre he pensado, lo mejor en estos casos es ser extremadamente prudente y respetuoso. Estás en su casa y cualquier ostentación o arrogancia por tu parte puede salirte muy cara.

Si entablas conversación con los policías en la wauxaha es posible que a primera hora de la mañana te hagan pasar el primero la frontera, con lo que a su vez serás el primero para pasar la frontera uzbeka.




Si te has encontrado la frontera cerrada, una vez decidas irte a la cama te recomiendo regreses unos kilómetros por donde has venido y montes la tienda en un lugar que no sea visible desde la carretera. Cuidado al montar el campamento. Un exceso de luces delatará inevitablemente el lugar en donde te encuentras y pienso que esto no es muy recomendable.




Al día siguiente deberás salir de Kazajstán, y a unos 2 o 3 kilómetros te encontrarás la frontera uzbeka. Yo encontré en esta solo facilidades y nada de soborno. Un oficial se ocupó de que pasáramos rápidamente, e hizo igual con unos alemanes que llegaron posteriormente.




Ahora debes seguir paralelo a la vía, y en unos cien o ciento cincuenta kilómetros tendrás al norte el mar de Araal. La pista en este tramo se hace interminable. Es imprescindible llevar agua potable en cantidad y gasolina de sobra. Aunque hay tramos que se están asfaltando y lugares en donde comprar agua y gasolina, no es seguro que haya existencias, y el precio es abusivo. La pista está ondulada por el paso de maquinaria pesada de cadenas, con lo que nuestro vehículo, si sobrepasa los 30 kilómetros hora irá flotando en el aire, pues los amortiguadores no son capaces de absolver las irregularidades del terreno. Si después de uno o dos días aguanta el coche y los ocupantes comenzarás a ver vegetación, y finalmente te encontrará Nukus. Después Samarcanda y Tashkent.
Por el camino, imnumerables wauxahas.

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